En 1908 llegaba a Asunción el primer misionero neocelandes llamado Allan Smith, con el propósito de prestar ayuda comunitaria y enseñar la Palabra de Dios. Los innumerables desafíos que tuvo que enfrentar para llevar adelante este noble proyecto no lograron detenerlo. Revoluciones, pestes, la guerra, naufragios, enfermedades y otros, finalmente no pudieron desalentar su determinación y visión misionera ya que él amaba al Paraguay.

Con el correr del tiempo otros neocelandeces siguieron su admirable ejemplo y así se sumaron a esa fuerza misionera. Entre ellos se encontraban: médicos, teólogos, mecánicos, maquinistas (barcos), enfermeras y maestras. Ellos fundaron iglesias, escuelas, campamentos y también construyeron barcos para la asistencia humanitaria a los pueblos más necesitados sobre la rivera del río Paraguay además de otros trabajos.

Asimismo algunos de estos misioneros llegaron al Alto Paraná, esta vez para apoyar las iniciativas educativas de nuestros compatriotas quienes ya venían formando algunas congregaciones cristianas de la misma linea. De esta manera en 1988 surgiría el Centro Educacional Cristiano.

Los primeros profesores y coordinadores del área de Inglés de nuestra Institución aun pertenecían a esa generación de visionarios neocelandeces que dejaron todo para venir a sembrar en nosotros un profundo afecto hacia la Palabra de Dios y al idioma Inglés.

Por lo tanto nuestro desafío consiste en custodiar y mantener de la mejor manera posible la enseñanza de este idioma el cual lo consideramos no solo parte de nuestras raíces sino también nuestra herencia.